
El auge de la llamada “Área Metropolitana” llevó consigo el hecho de que los municipios pertenecientes a esta zona de nuestro departamento se fueran extendiendo y ocupando nuevos espacios. En el municipio de Soledad, hace aproximadamente unos 25 años se ha venido haciendo efectivo este crecimiento y producto de esto es el Barrio Villa Estadio II o Segunda Etapa, barrio donde se encuentra la Parroquia de Mariano de Jesús Eusse.
Viendo hacia el futuro, varias de las empresas Urbanizadoras de la región pusieron sus ojos en la parte noroccidental de Soledad que colinda con la parte sur de Barranquilla, punto neurálgico del Área Metropolitana, y que además, iba acompañada de varios macroproyectos como: Avenida Circunvalar, Calle Murillo, Estadio Metropolitano, Velódromo, Parque Recreativo Metropolitano, Central de Abastos, Terminal de Transportes y Centros Comerciales. Una de esas empresas fue Manuel Palma Constructores que empezó con una pequeña cantidad de casas, en el sector donde hoy esta ubicada la parroquia, aproximadamente 3 manzanas.
Posteriormente se fueron construyendo otras casas del, muy cercano, Barrio Ciudadela IV que a su vez pertenece a Barranquilla, pues es de anotar que la parroquia esta exactamente en una zona limítrofe entre los municipios de Soledad y Barranquilla, el ala occidental colinda con Soledad y el ala oriental colinda con Barranquilla.
Como es lógico los vecinos del sector y de los otros barrios que fueron estableciéndose se dieron cuenta de la necesidad de un espacio de encuentro que además prestara algún servicio comunitario, y es así como por la iniciativa de Monseñor Víctor Tamayo y el aval de la comunidad, se piensa en recurrir a un espacio subutilizado que correspondía a la bodega de almacenamiento de la empresa constructora PALMAN.
Las cosas no fueron tan fáciles, pues lo que inicialmente iba a ser una donación, al final, y eso sí, con mucha satisfacción, fue producto del esfuerzo propio de la comunidad que liderada por un grupo de feligreses, que se constituyeron en el grupo económico (Miriam Ospina, Nicolás Charris, Edgar Charris, Danilo Gómez, Miriam Álvarez, Denis Tapias(q.e.p.d.), Luís Villanueva, Lacides Martínez, Numila Acosta, Olga Romero, Luz Estela Barrera, Elba Rodrigues y Álvaro Agudelo), apoyados a distancia por Mons. Tamayo y acompañados inicialmente por el párroco, de nuestra Parroquia Madre “San Pancracio”, Reverendo Carlos Julio Macias, iniciaron una serie de actividades como bingos, festivales gastronómicos, rifas y demás para conseguir el primer dinero para comprar el espacio donde hoy esta el Templo.
Las primeras Eucaristías fueron celebradas por el Pbro. Carlos Julio Macias, en un espacio abierto al lado de la que era en aquel entonces la bodega (ver fotos).
Posteriormente hubo un tiempo de receso en las actividades pastorales sin embargo las actividades de la comunidad no cesaron y como un regalo de Dios se consiguió el espacio para el templo el día 2 de Junio de 1999.
Cabe anotar que inicialmente se pretendió tener un centro de evangelización, que a la vez prestara el servicio a la comunidad de puesto de salud, pero la idea no pudo ser llevada a cabo y al final se decidió dedicar este espacio única y exclusivamente para rendir culto a nuestro Padre Dios.
Después recibimos del Padre Todopoderoso un hermoso don, con la intervención del Mons. Tamayo, la presencia de un párroco provisional (pues aun no era parroquia), el Reverendísimo Padre Miguel Hostos (q.e.p.d.), quien, a pesar de su avanzada edad y quebrantos de salud, se convirtió en el motor espiritual de la comunidad y nos motivó a seguir adelante y no desfallecer.
Las primeras Eucaristías dentro del templo fueron celebradas por el Padre Hostos (ver fotos), aun con lluvia o sol mientras se adecuaba el lugar. Durante este tiempo se contó con la valiosa ayuda y acompañamiento de las Hermanas Agustinas Misioneras.
Para la adecuación del templo además del apoyo invaluable de la comunidad, también contamos con el apoyo de algunas personas como: Familia Eusse (Donaron: parte de la sillas, nichos, pisos, estaciones del vía crucis, primeros utensilios y vasos sagrados), Familia Tarud (Donaron: cerchas para sostener el techo).
Después del fallecimiento del Padre Hostos, por algún tiempo fuimos acompañados por el párroco en turno de San Pancracio, y luego con el apoyo de, nuestro siempre benefactor y guía, Mons. Tamayo fuimos tenidos en cuenta para ser una Parroquia en propiedad pues, el crecimiento del sector no solamente a nivel material sino también espiritual nos permitió independizarnos y ser una Unidad Pastoral autónoma y con párroco nombrado, el Reverendo José Luís Manotas Jaramillo.
Como dato curioso la escogencia del nombre para la parroquia estuvo a cargo de Mons. Víctor Tamayo quien inicialmente y en comunión con la comunidad le asignó el nombre de Santa Teresita, luego éste tuvo que ser cambiado por otro y se paso por los nombre de los ángeles y arcángeles hasta que al fin Mons. Tamayo después de considerar que en Roma se seguía el proceso de beatificación del primer santo colombiano (no mártir), el padre Mariano de Jesús Eusse Hoyos decidió de manera providencial nombrar así la parroquia, gracias a esto fuimos la primera parroquia en Colombia y en el mundo dedicada al Beato Mariano de Jesús Eusse.